La residencia

Nuestra historia

  • Nuestra Congregación (Hnas de la Caridad de Sta. Ana), nacida en el Hospital Real y General de Ntra. Sra. de Gracia de Zaragoza (España) con el fin de asistir a los “pobres enfermos”, continúa en la Iglesia la obra de Jesús, curando y aliviando a los que sufre o están solos y ofreciéndoles el mensaje de salvación.
  • Nuestros Fundadores, María Rafols y Juan Bonal, y las primeras Hermanas, en su circunstancia histórica concreta aprendieron de Jesús, como quería El, ser amado y servido en la persona de los enfermos.” (Nuestra identidad de Hnas de la Caridad de Sta Ana en el Ministerio Pastoral de Salud. Principios básicos y asistenciales.)
  • “Nosotras, Hnas. de la Caridad de Sta. Ana, reconocemos con gratitud que nuestra Congregación es un don otorgado por Cristo a su Iglesia.” CC1.
  • “En actitud de fiel respuesta a la llamada de Dios, Padre Juan Bonal y Madre María Rafols, con once Hermanas… llegan a Zaragoza el 28 de Diciembre de 1804” CC2
  • “En cumplimiento de la voluntad expresada por D. Jaime Vera Monclús en su testamento de 7 de Noviembre de 1927, se constituyó una Fundación que hoy, bajo la denominación de “Fundación Jaime Vera Monclús –Residencia Sagrado Corazón de Jesús” se rige en una organización de naturaleza fundacional, constituida sin ánimo de lucro, y cuyo patrimonio se halla afectado, de forma duradera, a la realización de los fines de interés generales propios de la Institución”
  • “El día 14 de junio del año 1945, se levantó acta notarial en Lérida, mediante la cual se faculta a la Hna. Dolores Batista Albiac, Hna. de la Caridad de Sta., superiora del Hospital Municipal de la ciudad de Fraga, debidamente autorizada por la Superiora General, a quien se le otorga escritura de Institución de Fundación, redacción de los Estatutos de la misma y aceptación de su patronato. Hasta este momento y desde el fallecimiento de D. Jaime Vera Monclús y posterior lectura del testamento de dicho D. Jaime Vera Monclús en el año 1929, dicho patrimonio perteneció a las Hijas de la Caridad de S. Vicente de Paul de Lérida, quienes como herederas fiduciarias con facultad de vender y administrar los bienes de la herencia e invertidas de atribuciones para redactar e instituir los estatutos y Fundación Asilo del Sagrado Corazón de Jesús-Fundación de D. Jaime Vera Monclús, y que no habiéndose podido cumplir la voluntad del donante, que era instituir el asilo en la casa de su propiedad en la calle Barón de la ciudad de Fraga, pero que no figuraba entre los bienes del citado señor y porque además a causa de los desperfectos de la guerra, de haberse podido realizar hubieran absorbido la mayor parte de las bienes y la fundación había carecido de bienes o medios para cumplir los fines. Por este motivo y para cumplir con esta misión se ha dignado conceder el patronato de la citada fundación para aceptación del mismo, a las Hnas. de la Caridad de Sta. Ana y que ya regentan el Hospital Municipal de Fraga” Extracto del acta notarial de D. Antonio Rico Morales, Notario del Ilustre Colegio de Barcelona, con residencia en Lérida de 15 de julio de 1983. (Que concuerda con su original y que esta segunda copia es sin efectos ejecutivos, a utilidad del Convento de Religiosas de Sta. Ana de Fraga).

Misión

La Residencia Sagrado Corazón de Jesús – Fundación Jaime Vera Monclús tiene como misión contribuir al bienestar integral de las personas mayores, a quienes cuidamos, con un estilo propio desde nuestro ser Hospitalidad y una dedicación especial a los más necesitados.

Visión

Ser referente en calidad y humanización en el acompañamiento a quienes cuidamos, “con todo detalle, con todo cuidado, con el mayor amor”, compartiendo nuestro proyecto de hospitalidad.

Valores

LA HOSPITALIDAD, QUE EXPRESA NUESTRO CARISMA CONGREGACIONAL Y CONFIGURA NUESTRA MISION, ES EL VALOR QUE NOS IDENTIFICA Y NOS EXIGE:

  • Realizar un servicio diligente, sencillo, humilde, y desinteresado, actitud de acogida, bondad de trato y fortaleza de ánimo, disponibilidad y responsabilidad en el trabajo.
  • Compromiso ético: Atención a todas las personas defendiendo la privacidad, la intimidad, la dignidad, el respeto a la diferencia y a la libertad personal.
  • Espiritualidad: La comprensión de la edad adulta como una situación especialmente propicia para la apertura a la trascendencia.
  • Justicia y paz: Trabajamos en la edificación de una sociedad más equitativa buscando el bien común como conjunto de condiciones sociales que permiten a las personas desarrollar sus capacidades.
  • Conciencia ecológica: Que respete nuestro planeta como casa de todos, defendiendo la vida en todas sus manifestaciones.